La Guerrilla Escuala

Pedro Padrón Panza
Los cuarenta y cinco años de los Tiburones de La Guaira, ese equipo de alegre fanaticada que quiere y debe reencontrarse con su tradición ganadora, son buen motivo para recordar a quien fuera el líder constructor de la divisa litoralense, el empresario guaireño Pedro Padrón Panza.

La historia retrata el país que éramos y que en el fondo, somos. Alejandro Hernández, margariteño y dueño del Pampero, le vendió el equipo a su manager José Antonio Casanova por la simbólica cifra de un bolívar. Este buscó socios que pusieran plata y talento emprendedor y gerencial, en ese grupo entró Padrón, ejemplo clásico de los hombres hechos a sí mismos a punta de trabajo, con ganas y perseverancia. La evolución del negocio terminó dejando la responsabilidad exclusivamente en sus manos.

Padrón fue un innovador en la pelota profesional venezolana. No se conformó con hacer un buen papel, vino por los papeles. Agresivo en la mesa, en la oficina y en el terreno de juego, aplicaba las lecciones que había aprendido en la vida. Nada es regalado. Las cosas hay que ganárselas. Se empeñó en conocer y comprender cada detalle del funcionamiento de nuestro beisbol, una cosa que parece fácil pero que no lo es y donde el dinero —aunque sea mucho— no basta para el éxito, y la arrogancia es la peor consejera, y lo logró. Se empeñó en conocer y comprender el beisbol organizado, sus secretos, su trama de relaciones, las teclas que hay que tocar, los caminos para hacerse conocido y respetado, y lo logró.

No tuve la suerte de conocerlo personalmente, sino de lejos, como aficionado que siempre he sido a este deporte difícil y apasionante como ninguno. Mi gestión en la liga me permitió acceder a anécdotas, historias y hasta leyendas de este gerente inusual, transmitidas por los directivos más experimentados, casi siempre con admiración y en todo caso con reconocimiento. Mi amigo Daniel Gutiérrez, padronista y padronólogo, también me enteró de muchas cosas, parte de las cuales constan en la Enciclopedia del Beisbol publicada por la LVBP.

Con justicia, la directiva guairista encabezada por Arocha y Herrera, acaba de publicar el libro Pedro Padrón Panza: Polémico, Progresista, Perseverante, un volumen de 118 páginas lujosamente impresas, en el cual Rubén Mijares —otro personaje de nuestro beisbol— reúne testimonios y textos de gente que conoció y apreció a este tiburón varguense a quien incumbe el mérito de haber edificado una institución venezolana.

Es verdad que en punto a directivos del profesional, en el Salón de la Fama de nuestro beisbol todavía no están todos los que son, pero qué duda cabe que Yanesito y Padrón, los dos que han llegado, se merecen sobradamente esa estatuilla.


columna publicada el 28/11/07

Contratado como manager
La Guaira espera tomar oxígeno con Subero

Caracas, 01 diciembre (ABN).- Francisco Arocha, presidente de La Guaira, confía en que el nombramiento de Carlos Subero como mánager de los Tiburones encenderá la chispa dentro del equipo y los enrumbará hacia la clasificación en la presente campaña.

"Nosotros esperamos que Subero logre la química necesaria", señaló el ejecutivo en el estadio de la Ciudad Universitaria. El ex jugador escualo sustituye en la dirección al cubano Julio Viñas, quien fue despedido el viernes pasado, al igual que el coach de pitcheo, Roberto Espinoza.

"Subero conoce al detalle la situación que vive el club y nos dijo que viene a clasificar", añadió Arocha. " Tenemos un compromiso con la fanaticada y con nosotros mismos de meternos en los papeles, porque cada año hacemos una gran inversión".

Subero, quien reside en Estados Unidos, tenía previsto llegar a nuestro país este viernes en horas de la noche, por lo que ayer debía tomar las riendas del conjunto en Puerto La Cruz, donde La Guaira disputaba una doble tanda con Caribes de Anzoátegui. "Las cosas deben mejorar ahora con él. Hay que revertir la situación de las dos últimas semanas", expresó el directivo guaireño.

"En ese lapso tuvimos una mala defensa, nuestro pitcheo no funcionó y eso nos llevó del segundo al último lugar", explicó. La Guaira amaneció con tres derrotas corridas y con sólo 3 triunfos en los últimos 10 partidos. Su registro es de 17-22 y ocupa el sótano de la tabla.

Arocha señaló que salir de Viñas no resultó una decisión fácil, pero admitió que "algo no funcionó". "Intentamos fórmulas que no dieron los resultados que esperábamos".

El antillano, que trabaja con los Orioles de Baltimore, llegó al puesto de timonel de los Tiburones a mediados de la pasada campaña y fue ratificado en ésta.

Subero, quien vistió la camiseta de La Guaira por 7 años, es el noveno piloto que tienen los salados en los últimos 4 años.

Diario Notitarde

La Guaira tiene un plan
El nuevo piloto de los Tiburones plantea reestructurar hasta crear una dinastía Por Ignacio Serrano
ESPNdeportes.com
Archivo
María Isabel Batista

Carlos Subero es el nuevo manager de los Tiburones.
Puede que los Tiburones fallen otra vez en su intento por clasificar.

Puede que cumplan 22 años sin conquistar una corona, después de conseguir la última en enero de 1986.

Puede ser que muchos aficionados se hayan alejado del estadio Universitario en las pasadas semanas, debido al bajón que sufrieron en la tabla de posiciones, tras ser barridos por los Bravos y los Caribes en una gira por el oriente venezolano.

Todo eso es posible. Los litoralenses luchan por su entrada al round robin semifinal, pero el terreno bajo sus pies es endeble. No importa. Algo ha cambiado en la organización. Y ese algo puede ser la luz que guíe a los seguidores y miembros de La Guaira hasta el final del túnel.

Carlos Subero, el manager que tomó las riendas del equipo a comienzos de diciembre, se convirtió en el décimo piloto que ha dirigido oficialmente a los salados en los pasados cuatro años. Pero hay una diferencia entre él y sus predecesores, que no es precisamente el prestigio de haber sido campeón en la Serie del Caribe de 2006, que conquistó con los Leones.

Subero llegó con un plan. Un proyecto de mediano y largo plazo, que ofreció a la directiva hace meses, cuando ésta buscaba un nuevo dirigente, y que fue desestimado entonces, para dar cabida a las ambiciones de corto alcance.

Es tanta el hambre de los seguidores de la histórica divisa por una celebración, que la gerencia prefirió mantener al cubano-americano Julio Viñas, adquirir un grupo de peloteros veteranos y apostar por ganar ya.

Los Tiburones eran, en 1986, el segundo club más laureado en Venezuela, únicamente por detrás del Caracas. En las siguientes dos décadas, fueron superados por el Magallanes y están a uno de ser igualados por Aragua. Es lógica la impaciencia.

APUNTA A DOS AÑOS Y MEDIO
Subero sabe que hay urgencia en ganar. Pero también hay urgencia en construir un sólido grupo de criollos, jóvenes y salidos de la propia organización, para emular el secreto que ha hecho de Navegantes, Leones y Tigres los campeones de los últimos cinco torneos.

"No quiero poner en tela de juicio este campeonato", advierte el estratega. "Pero queremos conseguir la reestructuración, darle profundidad al equipo".

La meta de los litoralenses está puesta a más tardar en la temporada 2009-2010. Durante la presente y las dos siguientes, el antiguo infielder espera establecer un sistema que nutra a la novena, a partir de los talentos que existen en la sucursal de la Liga de Desarrollo, con sede en Mariara.

El cuerpo técnico ha hecho un par de visitas de evaluación a la granja y ha promovido a varios prospectos, entre ellos los jardineros David Paisano y José "Cafecito" Martínez, hijo del fallecido Carlos "Café" Martínez, un ídolo de la institución.

"De ahí va a salir el futuro, y no esperamos que sea un futuro lejano", señala Subero, quien comenta con entusiasmo lo que vio en Mariara. "Lo importante es ir evaluando objetivamente en qué posición tenemos profundidad. Por lo que vi en la liga paralela, no hay duda de que en el outfield está el futuro de este equipo; hay cinco muchachos que pueden convertirse en legítimos prospectos de grandes ligas".

Para dar cabida a las caras nuevas, fue dado de baja el camarero Carlos Hernández, un ex grandeliga que había sido tomado para añadir experiencia; el bigleaguer Danny Sandoval, víctima de una sequía ofensiva, fue puesto en el mercado; el veterano jardinero Ronald Acuña pasó al banco.

La noche del miércoles, La Guaira derrotó a Margarita 2-0 en el estadio Universitario y desplazó a los Bravos del quinto lugar, el que marca la diferencia para ir a los playoffs.

La lucha en esta campaña está viva. "Sí se puede ganar, Tiburones pa' encima", exclama Subero, citando el grito de guerra de la divisa, con la cual jugó en sus tiempos como pelotero activo.

Subero tomó las riendas de los Leones hace dos años e hizo el milagro. Esta vez quiere más. Desea ganar, sí, pero muchas veces y por mucho tiempo.

"Estamos apuntando a dejar las bases sentadas para la próxima década", asegura. Ese es su plan.

José “Cafecito” Martínez
“Si la fanaticada está conmigo llegaré muy lejos”



El hijo del legendario Carlos "Café" Martínez está aprovechando la oportunidad que le brindó Tiburones de La Guaira. El novel pelotero cree que su proceso de aprendizaje ha tenido un repunte importante durante esta campaña


JESÚS VALLENILLA FIGALLO

El mánager Carlos Subero cuando asumió el mandó de Tiburones de La Guaira, una de sus primeras acciones fue viajar a la sede de la Liga Paralela en Mariara, para observar y detallar el talento joven de los salados.

El saldo de ese viaje es concluyente: el futuro de Tiburones de La Guaira está en los jardines. "Hay cinco muchachos que tienen chance legítimo de ser prospectos de grandeligas", aseguró el mánager Subero, sobre los patrulleros que más lo impresionaron.

Uno de esos nombres a los que se refería Subero es José Martínez, "Cafecito", hijo del legendario Carlos "Café" Martínez, integrante y símbolo de Tiburones.

Para el novel pelotero estar junto al equipo grande ya es parte de un sueño hecho realidad, y más aún, cuando su nombre implica una historia que los fanáticos respaldan naturalmente.

"En verdad muy contento por cómo la fanaticada me apoya, yo de verdad no he hecho nada todavía, tengo mucho camino por delante, pero si tengo la fanaticada de mi lado voy a llegar muy lejos", aseguró que espigado jugador.

Sin embargo, es una certeza que José no fue subido de la paralela al equipo grande por la trayectoria de su padre, sino por el talento y la seguridad de Carlos Subero sobre la posibilidad que la juventud tiene cabida "arriba".

"LLego aquí en verdad como todos dicen: un novato. Estoy dispuesto a eso a aprender de esta pelota. Súper contento que el mánager me haya dado esta oportunidad".

Por su misma condición de novato, la disposición es lógica y está acompañada por algo de fiebre beisbolera.

"En realidad a dar el 100% cuando él me necesite, si es defensa, bateo o tocar la bola y correr. Pa’lo que sea", aseguró Martínez.

Sin embargo, José sabe que tiene mucho que recorrer, aunque los seguidores salados lo respalden, el trabajo es lo único que tiene hasta ahora.

"Todavía no he recorrido nada, todavía falta mucho trabajo, para llegar a como era mi padre o más, si Dios quiere y la virgen, en verdad esto del beisbol es trabajo fuerte todos los días. Para eso es que salgo al campo todos los días, a trabajar mi bateo, mi correr, mi defensa. Por eso es que tengo que aprender día a día", manifestó Martínez sobre su novel carrera.

En los Estados Unidos, Martínez forma parte de la organización de los Medias Blancas de Chicago, y aunque no ha tenido la oportunidad de hablar con Oswaldo Guillén, el estratega cuando pasó por el Universitario le dio un corto pero valioso mensaje.

"No, en realidad el no me ha dicho nada. En estos días se acercó por aquí al estadio, me dijo que le prestara 100% atención al juego, así no esté en el róster, que igualito esté pendiente, que esté preparado en la temporada que me viene que va a ser fuerte".

"Cafecito" trajo sus instrucciones que está trabajando como pueda en Venezuela.

"En realidad son cositas lo que me dijeron allá, tengo que trabajar en el bateo, tengo que poner la bola en juego después de dos strikes. Aprender a jugar más centerfield, porque en Estados Unidos jugué mucho en el rigth, ellos me pidieron que trabajar en esas dos cositas aquí. Para llegar allá y estar ready".

Por otra parte, José Martínez a su corta edad, tiene que aprender todavía mucho del juego. Y su estadía con Tiburones de La Guaira es una parte crucial de ese proceso, pues tomar el ejemplo de jugadores de trayectoria es muy importante para "Cafecito".

"En realidad, de mi padre primeramente, pero aquí en el equipo admiro mucho a Oscar Salazar, en realidad es un ídolo fuera y dentro del terreno. Entrega todo dentro del terreno de juego. Batea, corre. Yo lo admiro mucho a él".